jueves, 10 de septiembre de 2009

CUALQUIER VIAJE COMIENZA CON UN SOLO PASO

Mis dedos caen pesadamente sobre las letras y estas van formando palabras sin apenas darme cuenta, el camel humeante en su reposo verde y gris espera ansioso otro beso absorvente de mis labios. Hoy mis hombros están más caídos que de costumbre, como en un dibujo del oscuro Mignola. Una tormenta de neuronas anida en mi cererbro, inunda mis ojos y se desploma en la radiante y brillante ventana que sólo tiene una pared detrás. Hoy sólo escucho los lamentos musicales de Fernando Alfaro y me convierto en el protagonista de todas sus oscuras letras.
Lex Luthor me observa impasible desde la estantería de mi izquierda, planeando, maquinando... urdiendo un loco plan para derrotar a Kal-el, una vez más. Y una vez más será derrotado. Yo soy Lex Luthor. Tú eres Lex Luthor. Mis planes son los tuyos, mis maquinaciones son las tuyas, mis errores son los tuyos... puedo verte. Sentado. Delante de tu propia ventana brillante. Con una pared detrás. Leyéndome. Estoy detrás de ti... ¡NO!... ¡NO MIRES!... si miras desapareceré. Déjame tocar tu hombro y susurrarte al oído... -No estás solo-...